La música nos acompaña desde que nacemos, trayendo con ella numerosas ventajas para nuestro desarrollo y nuestra forma de vida. Aquí te describimos todo lo que te aporta la educación musical y por qué es tan necesaria hoy en día.
No resulta novedoso que la educación musical debe formar parte importante de la vida en los colegios y que cada día está perdiendo más protagonismo.
Desde edades muy tempranas, los niños muestran interés no sólo por la música que les rodea, sino por cualquier tipo de sonido que para ellos resulte novedoso o que tenga algún sentido rítmico o melódico.
No en vano, los padres hablan melodiosamente a sus hijos desde que el hombre es hombre, y les resultan estimulantes las palmadas o cualquier tipo de sonido que se pueda hacer con la boca cerca de un bebé.
Su disposición para escuchar estos sonidos e imitarlos resulta sorprendente a edades tan tempranas. Es, por tanto, innegable la musicalidad del ser humano desde la más tierna infancia
A lo largo de la historia, la música ha formado parte importante en la educación, desde que forma parte del Quadrivium, que se puede considerar como uno de los primeros planes educativos de la Historia, hasta nuestros días.
Desafortunadamente, bien es cierto que la asignatura de música, poco a poco, está siendo vaciada de contenido y de horario lectivo.
5 beneficios de la instrucción musical
Sin ánimo de extendernos demasiado, es preciso enumerar algunos de los beneficios de la educación musical dentro del currículum de educación primaria.
Mauricio Vuoto, en un estudio para la Escuela de Música de Brains International Schools, señala cinco beneficios fundamentales de la educación musical en edades tempranas.
1. Refuerza la atención y la concentración
La música estimula áreas del cerebro que difícilmente se pueden ejercitar de otra manera. Aquellas personas que han tenido una formación musical tienen unas capacidades de concentración y atención a los detalles superiores a la media, así como una mayor voluntad para ser constantes y seguir una disciplina en su día a día.
2. Incremento de la memoria y la creatividad
En el estudio de la música y/o de un instrumento musical, se ponen en juego fundamentalmente tres aspectos: la memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva, que interactúan en un complejo proceso intelectual.
Este entrenamiento cotidiano contribuye a ampliar la memoria, ya aplicada a otros aspectos de la vida, permitiendo fijar los recuerdos, recientes o antiguos. Además, el estudio y escucha de la música potencian la creatividad y la agilidad mental, facilitando la solución de problemas de forma imaginativa.
3. Desarrollo de habilidades motoras y rítmicas
La audición musical guiada estimula el desarrollo de un conjunto de capacidades motoras en los más pequeños, que se ven incrementadas una vez el niño comienza a tocar un instrumento.
La particularidad del estudio de un instrumento, con sus rutinas y ejercicios, ayudan a interiorizar y desarrollar una capacidad de coordinación que difícilmente se puede desarrollar de otra manera.
4. Incremento de la seguridad en uno mismo y facilidad para socializar
La práctica musical es un vehículo que puede incrementar la autoconfianza y contribuir en la solución de los problemas de falta de autoestima de los niños, especialmente durante la adolescencia.
La práctica y progresos diarios, y el compartir la música con otras personas en conciertos y/o reuniones, refuerzan en el joven la seguridad en sí mismo y brindan la posibilidad de establecer nuevas amistades y relaciones.
5. Reduce el estrés
Muchos profesionales de la medicina prescriben escuchar música a aquellas personas que sufren de estrés y de ansiedad. Además, la música ayuda a generar endorfinas, la hormona de la felicidad. La música también mejora el desarrollo del área cerebral implicada en la motivación, el placer y la recompensa.
“La enseñanza de la música no se tiene que encasillar sólo en la música que normalmente denominamos clásica; la música popular contemporánea está llena de joyas de gran riqueza melódica, armónica, rítmica, etc. Debemos aprovechar esta posibilidad, que resulta por lo general muy cercana al interés de los alumnos, a la vez que seducirles y motivarles al abordar las obras de los clásicos, poseedores desde luego de un gran valor musical y pedagógico”. Palabras de Mauricio Vuoto, director de la Escuela de Música de Brains International Schools.
Cabe resaltar que por educación musical no debemos entender sólo música clásica, como se entiende comúnmente. Se pueden trabajar diferentes aspectos del desarrollo a través de pequeñas producciones musicales sencillas, tales como ritmos cortos para acompañar melodías sencillas o pequeñas producciones musicales interpretadas con flautas escolares adaptadas a niños y niñas en edades tempranas.
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